Complicado laberinto

Si bien la tasa de inflación está convergiendo a una tasa anualizada del “20 y pico” por ciento, la persistencia de una inflación núcleo elevada y un contexto de precios regulados en donde están pendientes aumentos tarifarios previstos para noviembre y postergado el aumento del precio del transporte en Capital Federal y Gran Buenos Aires atentan contra una desaceleración más rápida.

Revela lo difícil que resulta bajar la tasa de inflación en la Argentina con cambio de precios relativos en el medio y un sector público que dificulta la política monetaria del Banco Central, presionando con un déficit fiscal elevado y una inflación de costos que afecta la producción y comercialización local.

El salario real formal se recupera levemente, no así la ocupación, ni tampoco el salario real informal. En particular en los sectores más influidos por el cambio de precios relativos en su contra, un tipo de cambio real bajo y la menor actividad de Brasil.