Cuando la discusión económica en la Argentina parecía concentrarse en el dilema metas de inflación versus tasa de crecimiento, irrumpió de pronto la crisis política brasileña pegando sobre el tipo de cambio, el flujo de capitales y eventualmente el nivel de actividad y el comercio exterior.
Como se ha señalado más de una vez, una parte importante del nivel de actividad industrial y de comercio exterior depende del nivel de actividad del país vecino.
Brasil había empezado una incipiente recuperación (1,2% en el primer trimestre del año), acercando buenas noticias para la Argentina. La mencionada crisis política, en la medida que no parece tener una rápida solución, no sólo demora la recuperación sino que la pone en riesgo, con los costos asociados al crecimiento del PBI argentino.