Tras un 2016 que fue muy duro, la industria va consolidando una recuperación que suma cada vez a más sectores. En julio la producción interanual creció 4,5% interanual según el estudio Orlando Ferreres y Asoc., mientras que según FIEL la suba fue de 5,4%. Los motores de crecimiento están focalizados en industrias relacionadas con la actividad de la construcción y el sector agropecuario. Para el resto de los sectores los resultados son muy dispares. Por otra parte, el rebote no está acompañado de un impulso exportador, lo que adosaría mayor consistencia a la recuperación. Acuerdos sectoriales como los de Vaca Muerta y con la industria automotriz podría ser una puerta para ello.