Todas las ramas de la producción industrial muestran variaciones positivas para los primeros nueve meses del año, con la única excepción de la metalmecánica y la refinación de petróleo. El ranking no hace más que ratificar que han sido la construcción y la obra pública las que más han empujado la demanda sectorial, dado que las ramas con mayor crecimiento se relacionan, directa o indirectamente, con estas actividades. Por otra parte, el bajo incremento de la producción de insumos textiles refleja la presión de las importaciones, mientras que la tenue suba registrada en alimentos y bebidas, pese a la mejora del empleo y el salario real promedio, indica que dicha mejora todavía no se ha difundido plenamente a los sectores de trabajo informal, cuya canasta de consumo es más intensa en este tipo de productos.