El primer desembolso del acuerdo con el FMI ha permitido, por un lado, la recomposición de reservas del Banco Central y, por el otro, un stock de U$S 7.500 millones para ser volcados al mercado, por cuenta y orden del Tesoro Nacional. De esta forma, con subastas diarias de U$S 100 millones, y una política monetaria contractiva, junto a la mejora de la credibilidad del BCRA que otorga el propio acuerdo con el FMI, se logró frenar la volatilidad del tipo de cambio y a su vez, sostener la liquidez bancaria, dado que los depósitos a plazo fijo se han mantenido al tiempo que se reduce lentamente el stock de Lebacs. Se espera que, en la medida que esta situación se consolide, la política monetaria podrá salir de la “emergencia” y converger a tasas de interés mensuales menos positivas.