Informe Económico de Coyuntura https://iec.consejo.org.ar/el-esfuerzo-fiscal-y-el-superavit-primario-requerido-la-senal-de-voluntad-de-pago/ |
El esfuerzo fiscal y el superávit primario requerido: la señal de voluntad de pagoA pesar de las recientes decisiones del Gobierno luego de las PASO, que implicaron más gastos ($34.000 millones) y menos ingresos ($40.000 millones) y que elevan el déficit presupuestado de 2019 (en $74.000 millones, o sea 0,3% del PBI), el resultado primario (sin intereses) presentará una mejora importante con relación al de 2018. El déficit primario estará disminuyendo de 2,6% a 1,0% del PBI (incluyendo los PIPs) según nuestras estimaciones, lo cual significará una importante mejora fiscal acumulada del resultado fiscal antes de intereses observado en 2017 (déficit de 4,0% del PBI). No obstante, a pesar de haber logrado una mejora fiscal importante, el gobierno estará lejos de alcanzar algún superávit primario que permita facilitar el proceso de negociación de la deuda pública. Incluso, sin nuevas medidas, estará lejos de lograr un resultado primario equilibrado, tal como acordó con el FMI. El presente año finalizará con un déficit primario de 1,0% del PBI, de acuerdo a nuestras estimaciones (0,8% según el Relevamiento de Expectativas del Mercado que hace el BCRA). Sin embargo, si a las cuentas públicas se le incorporan aquellas decisiones recientes y pasadas que impactarán durante el año próximo, se advierte que el déficit fiscal primario de arranque de 2020 será más alto. Como se puede apreciar en el cuadro adjunto, suponiendo que en las elecciones del 27 de octubre se repita el resultado que arrojaron las PASO, entonces en 2020:
Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio de Hacienda y AFIP Depurando al déficit primario estimado para 2019 sobre la base de estas decisiones pasadas, el déficit primario inercial para 2020 se estaría ubicando en torno al 2,9% del PBI, en un nivel muy lejos de aquel que le permitiría al gobierno facilitar las negociaciones en torno a la deuda pública, tal como ocurrió con Uruguay y Ucrania que reestructuraron su deuda logrando un superávit primario de 3,0% del PBI. Naturalmente, esta situación le impondrá “hacer algo” al próximo Presidente para dotar de cierta credibilidad y éxito al proceso de negociación de deuda. En tal sentido, los comentarios de campaña electoral tanto del propio Fernández como de su equipo económico indicarían que, de ganar, un paquete fiscal muy tentativo podría incluir:
De este modo, aún con este paquetazo fiscal muy tentativo, que totalizaría 2,2% del PBI, el Gobierno lograría reducir el déficit primario de 2,9% a 0,8% del PBI. Independientemente de los cálculos fiscales finos –por cierto, debatibles-, este ejercicio muestra claramente dos cosas. Primero, el margen que tendrá el próximo Gobierno para impulsar políticas fiscales expansivas será muy acotado. Y, segundo, la posibilidad de negociación de la deuda pública con una propuesta de reperfilamiento que incluya solamente una extensión de plazos de pago a la uruguaya no es ni creíble, ni viable. Hernán Hirsch Octubre 11, 2019
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