La adopción formal del régimen de metas de inflación en septiembre de 2016 busca consolidar la desaceleración gradual de la inflación, hasta alcanzar un 5% anual en 2019. En ese camino, el programa monetario apunta a una tasa de inflación del 17% para 2017. En el medio sigue el cambio de precios relativos en favor de los servicios públicos y negociaciones paritarias que pretenden, al menos en el sector privado, recuperar la pérdida de salario real del año anterior. El desafío, por lo tanto, luce enorme.
Un aliciente: la tasa de inflación anualizada del segundo semestre DE 2016 se ubicó por debajo de 19%.