Informe Económico de Coyuntura https://iec.consejo.org.ar/el-problema-inflacionario-aceleracion-y-reaccion/ |
El problema inflacionario: aceleración y reacción
La tasa de inflación se estará ubicando en torno al 3,5% mensual en octubre, registrando una caída respecto de septiembre (5,9%) -ver gráfico adjunto-, producto del ancla tarifaria dispuesta por el gobierno al retrasar el ajuste de precios regulados (tarifas, naftas, etc.) y de cierta moderación en los precios estacionales. Sin embargo, con aumentos de precios ya lanzados, con expectativas de inflación desancladas, sin señales sobre la política económica que se viene y con un escenario “con pesos” por delante, es improbable que la tasa de inflación pueda reducirse significativamente en el corto plazo a menos que el presidente electo dé señales sobre lo que viene o ya el nuevo Gobierno adopte decisiones contundentes. Por lo pronto, esta dinámica de “precios lanzados” estará alimentada en el corto plazo por:
Naturalmente, a esta dinámica de aceleración de precios se le estarán sumando efectos de “segunda vuelta” y una macroeconomía desordenada que seguramente incluirá:
La combinación de un escenario de creciente deterioro macroeconómico, demandas sociales importantes que esperan reivindicación y la necesidad de ir dando respuestas a la población, es muy probable que aceleren definiciones de política económica del Presidente electo. Dado el reciente deterioro económico que le “mueven el arco” a Alberto Fernández al modificar las condiciones económicas iniciales con las cuales asumirá como Presidente, y la ausencia de señales concretas sobre cuál será la política económica y el equipo económico, de los comentarios de la campaña electoral y de la situación actual puede inferirse que la política antiinflacionaria se articulará sobre dos pilares:
Los acuerdos precios-salarios aplicados en el pasado reciente han mostrado éxito inicial para contener y reducir las presiones inflacionarias, si bien en la mayoría de los casos terminaron mal. Repasando rápidamente la historia reciente, los acuerdos de precios presentaron tres características:
El adelantamiento de precios reciente y las reuniones que viene llevando adelante el Presidente electo con todo el arco sindical, con referentes industriales y con diversos sectores sociales -que implican un trabajo importante de construcción política (tanto a nivel interno como externo)- favorecerían la aplicación de un control de precios. De esta forma, si el nuevo Gobierno decide avanzar por este cambio con un cepo cambiario hard -que seguramente servirá como instrumento para asegurar un deslizamiento cambiario acorde-, el diseño de la política macroeconómica ganaría en consistencia. La consistencia misma de la política macroeconómica requeriría también de una política fiscal acorde, una reestructuración de deuda exitosa y una estrategia de salida del cepo cambiario hard. Sin estos tres últimos ingredientes (no podría faltar ninguno, además de requerirse el factor suerte), la probabilidad de converger hacia un escenario de mayor estabilidad macroeconómica será sustancialmente menor. No obstante ello, la combinación de un Pacto Social, de un cepo hard y una reestructuración de deuda exitosa podrían generar condiciones para recuperar cierta estabilidad financiera en el corto plazo, lo cual podría traducirse en un rebote del nivel de actividad económica con inflación en baja. |