Más allá del compromiso de reducción gradual del déficit fiscal, que el Ministro de Hacienda ha ratificado en sucesivas intervenciones públicas, la fuerte participación en el gasto de las prestaciones de la Seguridad Social, incrementadas por la Ley de Reparación Histórica, introducen un fuerte desafío para la sociedad argentina.
Sin reducción importante del gasto es imposible bajar sustancialmente la presión impositiva, dado que el financiamiento del déficit tiene un límite. Y sin bajas en la presión impositiva, mejorar la competitividad de la Argentina resultará una utopía. Es el desafío pos electoral, pero las reformas tendrán que estar listas y consensuadas antes.