Los sectores que siguen con números negativos de actividad, al menos en el primer cuatrimestre del año, se vinculan con la evolución del poder de compra salarial y la competencia con el sector externo, o con la demanda indirecta de estos sectores –como provisión de servicios públicos e intermediación financiera-. Es probable, de todas maneras, que en la medida que se consoliden los “salarios nuevos” y la desaceleración de la tasa de inflación los próximos meses presenten mejoras, aunque modestas, en los sectores más castigados.