Tanto el salario privado registrado como el correspondiente al sector público mostraron, al primer trimestre del año (último dato disponible), una caída en torno al 10%, en términos reales. Dicha caída confirma el ajuste verificado durante el año pasado, y explica gran parte del “mal humor” social que señalan las encuestas de opinión. Es probable que con las nuevas paritarias, que en general se están cerrando con ajustes en torno al 30% con pautas trimestrales y cláusulas gatillo, y si se confirma la desaceleración de la tasa de inflación en los próximos meses, el salario real de este año recupere parte de lo perdido, aunque difícilmente logre pasar al cuadrante positivo cuando se considere el período 2018-2019 en forma conjunta.