El tema central de discusión local gira en torno de la evolución del tipo de cambio real de la Argentina, en comparación con lo que sucede con las monedas de sus socios comerciales.
En ese sentido, si bien la situación contra el Real brasileño se mantiene estable desde la unificación cambiaria de diciembre de 2015, no ha sucedido lo mismo contra el dólar, el euro y la moneda china.
Está claro que la competitividad de la Argentina no puede basarse en un peso depreciado, sino que depende de la estructura impositiva, de costos laborales, infraestructura, etc. Pero, hasta tanto las reformas estructurales no se instrumenten, la cuestión cambiaria seguirá estando en el centro de la escena.