La política de la FED en materia de tasa de interés y las restricciones comerciales que ha impuesto la Administración Trump sobre China, y las represalias al respecto, continúan dominando la escena internacional. En rigor de verdad ambos temas están interrelacionados. En efecto, la Reserva Federal teme que la suba de aranceles a las importaciones chinas termine afectando los precios de las importaciones de productos masivos en Estados Unidos, y con ello su meta de inflación. De allí que, junto a los muy buenos indicadores de empleo de estos meses, haya decidido seguir su camino de suba de la tasa de referencia presionando al resto de las tasas y a la liquidez global.