La producción industrial ha consolidado un año de recuperación, liderada por las actividades ligadas a la construcción y a la obra pública, a las que se sumaron, en los últimos meses, la industria automotriz –de la mano de la demanda brasileña-. Mientras tanto, los sectores vinculados al consumo de los bienes no durables, insumos textiles, papel y celulosa y procesamiento de petróleo siguen mostrando números magros e incluso negativos en la comparación interanual.