El dato más importante del Informe de Política Monetaria del BCRA ha sido la decisión de la autoridad monetaria de llevar las reservas internacionales en su balance al 15% del PBI, desde el 10% actual.
Sin embargo, el mercado leyó este anuncio, erróneamente, como un intento del Banco Central de ponerle un “piso” a la cotización del dólar en el mercado local.
La realidad es que la autoridad monetaria no ha fijado un plazo perentorio para comprar los 25.000 millones de dólares que implica el anuncio, sino que lo que ha establecido, dentro de normas prudenciales, es una meta de reservas compatible con un país emergente como la Argentina, sujeto a shocks externos inesperados. En ese contexto, las compras del Banco Central, aunque implican demanda adicional, difícilmente alteren la tendencia de fondo de un mercado de cambios “ofrecido” en el corto plazo.