La mala tasa de inflación del trimestre, sumado a que las negociaciones salariales todavía no tienen su cronograma completado, afectaron el salario real de los primeros meses del año. Los acuerdos ya concretados han respetado, en general, la pauta del 15% anual, con cláusula de revisión no automática, y alguna compensación adicional, originada en la cláusula gatillo del año 2017, o en un “bono” para ayudar a cerrar los acuerdos.
La única buena noticia del trimestre ha sido la mejora del empleo, impulsada por la mayor actividad de la construcción. De allí que una parte del aumento del empleo está concentrado en empleo informal o en cuentapropistas. Todavía el empleo de mejor calidad no alcanza a recuperarse en gran magnitud.
En la medida que se completen los ajustes salariales y se mantenga la buena perfomance de la industria automotriz, es probable que tanto las mediciones de salario real, como de empleo formal, empiecen a mejorar.