El primer semestre del año presenta una producción industrial con variaciones positivas respecto de igual período del año anterior, aunque dicha variación ya muestra la desaceleración derivada de los malos números de mayo y junio. Los sectores más afectados han sido los vinculados más de cerca con el consumo popular, consecuencia de la brusca aceleración de la inflación y aquellos más ligados a la demanda del sector agrícola, fuertemente perjudicado por la sequía.