El ajuste fiscal fue más en los pagos que en los gastos, limitado por la necesidad del gradualismo que impone la realidad política y social.
El primer trimestre de 2016 fue malo, pero mejor que el último del 2015. Fue también mejor que el mismo trimestre del 2015 en términos de resultado financiero.
Un dato a tener en cuenta: poniendo la lupa en la evolución mensual de los resultados primarios y financieros, se observa que luego del “freno” de enero, los resultados alcanzaron niveles que, anualizados, se proyectan en déficits muy considerables.