Informe Económico de Coyuntura https://iec.consejo.org.ar/2022-se-evito-un-estallido-inflacionario-pero/ |
2022: se evitó un estallido inflacionario, pero …En diciembre, la tasa de inflación se redujo al 5.1% mensual, con lo cual por segunda vez consecutiva se ubicó en torno al 5% mensual (noviembre 4.9%) y se prolongó la incipiente moderación de precios observada desde el “pico” registrado en julio último (del 7.4%). A pesar de esta ligera mejora, la fragilidad del escenario actual y lo destartalada que se encuentra la economía local llevan a recomendar prudencia por varios motivos. En primer lugar, porque aún los precios corren a una velocidad anualizada que le cuesta despegarse del 100%, lo cual torna extremadamente volátil la relación tipo de cambio, precios, salarios y tasas de interés, generando una mayor incertidumbre hacia delante. La tasa de inflación de diciembre resultó del 94.8% medida en términos interanuales (a/a). Además, la inflación “core”, que excluye el componente de precios de aquellos productos más volátiles y de los precios regulados -tarifas, por ejemplo-, resultó del 90.6% a/a en diciembre. En segundo término, porque en diciembre se interrumpió la dinámica desinflacionaria por la que apuesta el Gobierno, de una reducción de la tasa de inflación de medio punto por mes para llegar a abril con un valor que comiencen con “3%”. Esta interrupción resulta aún más preocupante por dos motivos: la incipiente aceleración de precios que muestran los relevamientos diarios que son indicativos de una tasa de inflación de 5.5/6.0% para enero, y la reciente suba de los dólares alternativos que condicionará las expectativas de las empresas y las familias en las decisiones de fijación de precios. Tercero, por la enorme fragilidad que presenta la economía argentina lo cual no permite asegurar un escenario suave de desinflación, fragilidad que se refleja, entre otras cosas, en:
Y, finalmente, porque la reciente moderación de precios respondió principalmente a la estabilidad cambiaria que logró el Ministro Massa, la cual aún luce muy precaria por la debilidad que presenta la economía argentina y por la creciente dificultad que podría imponer sobre la gestión de la política macroeconómica el ciclo electoral. En tal sentido, la necesidad de lograr un resultado electoral favorable es claro que condicionará lo que debería ser una gestión prudente de la política macroeconómica. Perspectivas: una compleja desinflación El recalentamiento de precios que se observa en lo que va de enero (5.5/6% esperado para el mes), la reciente suba de los dólares alternativos que no va contribuir a estabilizar los precios (+11.6% el blue en lo que va de enero), y la amenaza de un fuerte incremento del precio de la carne, que tiene una elevada incidencia en la canasta de consumo de las familias (9% de ponderación), conforman un escenario delicado de precios para el corto plazo. Las opciones que se le presentan al Gobierno en este contexto tienen que ver con un endurecimiento de la política monetaria, la fiscal, la salarial o bien de la de precios, en este último caso, con más controles. Dada la necesidad de minimizar el impacto sobre el nivel de actividad de cualquier política antiinflacionaria, es probable que en el corto plazo haya un poco de todo y una dosis mayor de control de precios, dosis que probablemente vaya intensificándose conforme aumente la necesidad de mantener alto el nivel de actividad económica. El gran riesgo del mix de política económica está dado porque el hecho de que el desequilibrio cambiario no se reducirá y en la medida que avance en el proceso electoral, las expectativas de devaluación irán aumentando. Esto condicionará todo el escenario económico forzando parches e intervenciones en una economía ya muy frágil y destartalada. De este modo, todo apunta a un escenario de precios donde el Gobierno apuntará a que los “acuerdos” actúen como ancla antiinflacionaria, pero los “desequilibrios macro” tenderán a desanclar la dinámica de los precios. Con bajas chances de lograr que las negociaciones salariales resulten consistentes con el escenario del Gobierno de inflación del 60% “punta” en 2023, todo apunta a una tasa de inflación similar a la del año pasado, cercana al 100%. |